El Eneagrama como metodología de tipificación describe nueve cosmovisiones diferentes. Cada eneatipo fragmenta, recorta la realidad y lo homogeiniza. Luego, cada uno actúa según su propia cosmovisión, según la interpretación que se hace de esa realidad.
Una distorsión cognitiva es creer que el mundo es de una determinada forma para todos, que todos los demás piensan, sienten y actúan de la misma forma.
El Eneagrama es una gran síntesis de las distintas percepciones cognitivas, o llamados de otra manera, filtros distorsionadores de la realidad, y mas allá de estos filtros inconscientes (valores y creencias) que distorsionan, seleccionan y generalizan nuestras experiencias, ellos se revelan a través del lenguaje utilizado, del estilo de comunicación y de los comportamientos de una persona, es decir, de las estrategias habituales -donde gran parte de ellas son automáticas-.
El Eneagrama es la propuesta de un viaje al descubrimiento del ser humano, de lo que le impulsa a reaccionar de forma diferente ante los demás, ante Dios y ante las crisis de la vida; al descubrimiento de todo lo que provoca en él esclavitud, regresión y enfermedad; al descubrimiento de todo lo que le ayuda a hacerse libre y a experimentar el bienestar.
El Eneagrama es un mapa muy antiguo, de carácter universal, que traza el movimiento de carácter cíclico y perpetuo, que usaron los viajeros orientales como itinerario espiritual, pero la singular capacidad de esta teoría para integrar creativamente los principios de la espiritualidad con los aportes de la psicología han favorecido su conocimiento y su utilización para el autoconocimiento, la dirección espiritual, el acompañamiento formativo, la dinámica de grupos y el trabajo en equipo en el mundo laboral y en los negocios. El Eneagrama ayuda a clarificar la verdad sobre uno mismo, a integrar nuestros muchos “yoes” diferentes, es un potente instrumento de autoconocimiento, proyecta categorías generales válidas, sin sacrificar la individualidad y además ofrece, una metodología general para trabajar en su transformación porque permite entender cualquier estructura y cualquier proceso recurrente, entre ellos el funcionamiento de la mente y la propia vida humana.
Describe nueve personalidades o estilos sin que ninguna de ellas sea mejor que otra, pues cada uno tiene sus riquezas, sus limitaciones y dinámicas de fondo que son típicas de esa personalidad y es por eso que, ofrece claras lecturas para comprender los dones, las motivaciones inconscientes, las tendencias y las zonas de sombra de cada tipología.
Cada uno de los nueve estilos percibe la realidad, el mundo, según su mapa de manera limitada y restringida; y solo es cognoscible plenamente esa realidad si se trascienden los mapas y la personalidad, es decir, el Eneagrama es una plantilla que señala esos tipos referenciales o posiciones perceptivas de los distintos modelos, patrones mentales o paradigmas y además, posibilita trascenderlos.
Este sistema reconoce que cada ser humano es único e irrepetible y nadie es copia de ningún otro, pero al mismo tiempo existen espacios de convergencia, y algunas personas son más parecidas a otras en su forma básica de obrar, pensar y reaccionar.
La observación científica del comportamiento humano ha permitido elaborar teorías sobre tipologías de personas, a partir de elementos físicos, evolutivos, psicodinámicos y socioculturales. El Eneagrama se inserta en el cuadro de las teorías tipológicas, porque descubre características y tendencias recurrentes en las personas; y tiene un carácter prevalentemente psicodinámico, porque su perspectiva es la integración de los diversos centros de la persona (mente, corazón e instinto) para lograr una mejor calidad de vida individual y en sus relaciones interpersonales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario